Una técnica muy distinguida
Primero, es importante tener en cuenta si la superficie es nueva o está deteriorada por el paso del tiempo. Si es nueva, aplica una mano de esmalte con selladora para madera, repara los defectos que observes y termina el trabajo con dos capas más de esmalte. Por otro lado, si si la puerta es antigua o presenta algun desperfecto, debéis quitar éstos con un papel de lija o decapar la puerta antes de lacarlas
El proceso de lacado
El esmalte laca se puede aplicar tanto con brocha como con rodillo, sólo dependerá de lo que nos resulte más fácil o cómodo. Eso sí, hay que tener en cuenta que la brocha debe ser de muy buena calidad, para que no suelte pelos y estropee nuestra operación.
El siguiente paso a paso os explica la manera más correcta y sencilla para lacar una puerta:
- Lo primero que debéis hacer es retirar la manilla y las bisagras de la puerta. Para trabajar con mayor comodidad y soltura es recomendable apoyar la puerta sobre unos caballetes.
- A continuación, hay que proteger los cantos de la puerta con cinta de carretero, ya que no irán lacados.
- Una vez hecho esto, ya podéis empezar a lijar la superficie
con una lijadora o una hoja de grano fino. Cuando hayáis acabado,
debéis retirar el polvo de la superficie con un trapo humedecido en
alcohol.
- Una vez limpia la puerta, debéis dar una mano de pintura multiuso al agua, de gran adherencia y secado rápido.
- Cuando la pintura esté totalmente seca, ya podéis aplicar el esmalte lacado.
Para las molduras de la puerta es recomendable usar la brocha y para el
resto de la superficie, el rodillo. Dad dos capas de esmalte
respetando, eso sí, los tiempos de secado.
- Una vez seca la puerta, ya podéis colocar la manilla y las bisagras en su sitio correspondiente.
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