Las paredes forradas de tela también son tendencia. Este estilo proporciona un acabado original y cálido a nuestra estancia. No es un trabajo fácil, pero si encolamos la tela en vez de graparla, esta dificultad se reduce bastante.
Antes de lanzarnos a pegar tela por todos lados, lo primero que tendremos que hacer, como siempre, será preparar las paredes.
Limpiar y preparar la pared
Deberán estar muy limpias, así que eliminaremos el polvo y la suciedad de la superficie y además retiraremos las estanterías, tornillos y alcayatas que pueda haber. Si tenemos que reparar algun desperfecto, usaremos masilla y lijaremos para dejar las paredes lisas.
Las telas se comercializan en rollos grandes, de similares dimensiones a la altura de una habitación. El procedimiento a seguir no es igual al empleado para empapelar, en este caso tendremos que encolar el soporte (pared) además del revestimiento (tela). Nos aseguraremos de comprar suficiente tela y suficiente cola específica para este trabajo de bricolaje.
Encolar pared y tela
Comenzaremos colocando el rollo de tela en posición vertical y frente a la pared que vamos a revestir. Encolaremos la pared y, conforme vayamos desenrollando la tela, iremos encolándola también. Es una buena idea que otra persona nos ayude en este paso. Iremos presionando las zonas encoladas con la mano o con una espátula, pero sin tensar la tela en exceso.
Si las paredes tienen ventanas o puertas, no recortaremos el contorno, seguiremos encolando la tela como si fuera pared. Finalmente, una vez forrado todo, marcaremos los bordes con una espátula y recortaremos la tela en ángulos y perímetro de puertas y ventanas. Lo haremos con un cúter y con mucho cuidado. Es mejor tardar más pero conseguir un acabado profesional.
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