Puede ser que a una lámpara se le quite la pintura del mástil o simplemente que la pantalla pierda color o que te apetezca cambiar de aires. Incluso también puede que te hayan dado una lámpara antigua y quieras colocarla en tu bonito salón pero no pega por su estilo o color. Restaurar una lámpara no es un proceso complicado y en poco tiempo tendremos una lámpara nueva.
Restaurar una lámpara dañada
Tanto si tenemos una lámpara de pie, de mesa o de techo, que puede ser de araña, podemos restaurarla para darle otro toque, para cambiarla de estilo o para arreglarla si está rota. En todos los casos lo primero que hay que hacer es quitar las bombillas y desenchufarlas o bajarlas del techo si es necesario.
Hazte con una o varias lijas finas, ya sean de rollo o de cepillo, según te interese y te sea más práctico. Este será el segundo paso a realizar, es decir, lijar con sumo cuidado las partes metálicas de la lámpara. Digo con sumo cuidado porque el metal de las lámparas no suele ser muy duro ni tampoco muy basto y podemos terminar con la lámpara aún peor.
Después lo mejor es utilizar un producto específico para quitar el óxido que pueda tener. Estos productos los podrás encontrar en ferreterías y tiendas especializadas de bricolaje. Una vez retirado el óxido y la pintura sobrante o en mal estado, puedes meter la lámpara en sosa cáustica para evitar que el óxido vuelva a aparecer. Otra opción es proteger la lámpara del óxido con productos para ello.
Pintar una lámpara para terminar de restaurarla
Cuando hayas terminado todo el proceso anterior, comienza a pintar la lámpara. Puedes utilizar pintura en espray o pintura para aplicar con pincel. Sea de una forma u otra, antes de hacerlo protege con cinta de carrocero las partes de la lámpara que no debes pintar. Cuando vayas a comprar la pintura asegúrate que es especial para metal y sobre todo que resista el calor.Una vez seca, puedes volver a colocar la misma pantalla que tenía o luminarias, o bien, adquirir otras diferentes para cambiar por completo su estilo y color. Cuando vayas a comprarlas lleva la pantalla o una de las luminarias y pregunta al personal de la tienda, ellos te podrán asesorar sobre cuál o cuáles te pueden servir. Una vez en casa simplemente ponla en su lugar y disfruta de una lámpara restaurada a tu gusto.
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