No importa las figuras que usemos, pueden ser cuadrados, triángulos, rombos, círculos o trapecios.
Sin darnos cuenta, todas estas formas están integradas de alguna manera
en nuestra casa, pero si les damos un lugar especial en la habitación,
podemos conseguir un efecto diferente y con mucha personalidad.
Perfectas para varios estilos decorativos
Las formas geométricas pueden formar parte de la decoración de múltiples maneras, desde los estampados en los textiles, al papel pintado o elementos decorativos independientes.
Pero debemos tener cuidado a la hora de utilizarlas, ya que si
colocamos demasiadas figuras en nuestro hogar, lo único que
conseguiremos será recargar la estancia.
La gran ventaja de las figuras geométricas es que podemos integrarlas en multitud de estilos decorativos. Pueden formar parte de una decoración minimalista, moderna, retro, etc.
Colores, elementos básicos en la decoración geométrica
Los colores son también una parte fundamental en la decoración con figuras geométricas, ya que debemos usar los contrastes.
Sin embargo, si lo hacemos con contrastes demasiado fuertes, perderemos
la armonía y solo conseguiremos una composición desastrosa.
Lo ideal es que los colores elegidos sean en su mayoría neutros y
uno algo más llamativo para que destaque entre los demás. Si vamos a
decorar, por ejemplo, una pared, tenemos grandes posibilidades:
Podemos usar un papel pintado o pintar directamente una composición aislada sobre una pared que cuente con un color liso neutro.
Los rombos, combinaciones de cuadrados o incluso las líneas rectas, conseguirán un ambiente sobrio y elegante.
Los círculos, por otro lado, pueden conseguir un efecto más retro, más suave, más dulce y pueden ser perfectos para decorar habitaciones infantiles.
Otra opción es la de combinar formas que contrasten, por ejemplo:
muebles de líneas rectas con otros elementos circulares o esféricos, o
hacerlo a la inversa.
Como siempre, solo hace falta un poco de imaginación y buen gusto.
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