Arañazos en los cristales

Muchas veces por el paso del tiempo o simplemente porque tenemos un descuido, los cristales de nuestra casa acaban arañándose, por lo que la estética visual de la superficie se rompe completamente aparte del desperfecto ocasionado. Por ello vamos a enseñaros algunos sencillos trucos para que podáis arreglar este tipo de arañazos en las superficies de cristal por vosotros mismos y con unos resultados realmente sorprendentes.

Estos trucos son válidos cuando los arañazos no son de gran profundidad, ya que dependiendo del tamaño del desperfecto quizá no se pueda arreglar con estos métodos.

Pasta de dientes

El primero de los remedios para reparar arañazos en el cristal, es tan sencillo como aplicar pasta de dientes sobre la superficie dañada y extender muy bien con un trapo. Una vez que lo hayamos extendido de forma uniforme y haya penetrado bien en el arañazo, esperaremos hasta que se seque, momento en el cual retiraremos la pasta de dientes que haya quedado pegada al cristal o que sobresalga del arañazo y veremos cómo el desperfecto no se nota nada. Si es bastante profundo, este remedio servirá para disimularlo en gran medida.
Si el arañazo que se ha producido es bastante leve, es posible que baste únicamente con pulir toda la superficie del cristal para igualarla. Hay que tener mucho cuidado con esta solución, ya que, como hemos dicho, es únicamente válida para desperfectos muy pequeños y no debemos llevarla a cabo si no tenemos unos mínimos conocimientos en el pulimiento de cristal, pues podemos echarlo a perder. 

Cera para cristales 

Otra de las soluciones más recurrentes consiste en emplear cera o silicona especial destinada para la reparación de desperfectos. Es probable que la conozcamos por su uso en las carrocerías de los coches cuando han sufrido algún arañazo, siendo el funcionamiento exactamente el mismo en vidrios y cristales.
Únicamente tendremos que adquirir el producto que más se ajusta a las características de nuestra mesa o ventana y aplicarlo según las instrucciones del fabricante, que normalmente consistirán en extenderlo y dejarlo actuar durante unos minutos para posteriormente pasar un trapo por la superficie que quite el sobrante de producto.